A lo ya difícil de la iniciativa se suma un obstáculo más: una crisis económica que hace que, muchas veces, tanto los gobiernos como las sociedades del primer mundo se preocupen más de su situación financiera que de los países empobrecidos. Una crisis que, además, pone en peligro la cooperación al desarrollo, que no se salva de los recortes de las administraciones.
Por eso, desde la Coordinadora Cántabra de ONGDs se aprovechó ayer la celebración del Día contra la Pobreza para exigir que los recortes que el Gobierno cántabro lleve a cabo en sus presupuestos para 2011 no sean la «excusa» para dar «un paso atrás» en materia de cooperación al desarrollo.
Así lo expresó el presidente de la Coordinadora de ONGDs, José Carlos Ceballos, aclarando que aunque «sabemos que la cuantía de dinero se va a reducir» en general, en el conjunto de los presupuestos, «esperamos que no se reduzca el porcentaje» que el Ejecutivo destina a este área en particular. El representante de la Coordinadora Cántabra de ONGDs recordó asimismo que, de los 102 municipios cántabros, solamente siete mantienen hoy en día convocatorias públicas específicas de apoyo a la cooperación al desarrollo.
Como Ceballos, durante la mañana de ayer un centenar de cántabros participaron en una manifestación que bajo el lema ‘Rebélate contra la pobreza’, recorrió las calles de Santander, desde la Plaza Juan Carlos I hasta Pombo, gran parte de su recorrido bajo una persistente lluvia. A lo largo de la marcha, carteles contra el trabajo infantil y el hambre, banderas (además de una larguísima enseña cántabra con los nombres de sus 102 municipios) de diversos países como Colombia, Ecuador, Perú o Haití, a cuyos habitantes se recordó especialmente por el desastre humanitario que sufrió el país a principios de este año tras los devastadores terremotos.
Junto a pancartas que clamaban porque los países del sur tengan ‘derecho a la gestión de sus propios recursos’ o pidiendo a las distintas administraciones que destinen el 0,77% de su presupuesto a proyectos de cooperación.
El mismo manifiesto que se leyó ayer en Santander se escuchó en el resto de ciudades españolas. En el documento, se denuncia que la crisis se ha medido en el plano financiero, sin tener en cuenta a los «cientos de millones de personas que se han vuelto más vulnerables económica, ecológica y socialmente».
Ante esta realidad, La Alianza Cántabra contra la Pobreza critica que las medidas anunciadas hasta ahora por los países más poderosos son «meros parches» sólo dirigidos a las consecuencias de la crisis y que «no cuestionan el modelo estructural que la ha causado».
Los manifestantes reclaman un compromiso claro de los gobernantes: políticas coherentes con el desarrollo sostenible y humano y cumplir con el compromiso del 0,77% solidario; anteponer los Derechos Humanos a los intereses económicos y comerciales; revisar la deuda externa de los países del sur; regular los mercados financieros y controlar las operaciones de instituciones y entidades; y por último, promover una reflexión social sobre el modelo actual de producción y consumo.
Entre los manifestantes, representantes de las distintas ONGs, asociaciones vecinales, ecologistas, juveniles, sindicatos y colectivos que forman la Alianza Cántabra contra la Pobreza, convocante de la protesta. También miembros de la clase política: las diputadas del PSOE Ruth Carrasco y Cristina Pereda, y del PP Marta Guijarro; la edil santanderina de Cooperación al Desarrollo, Carmen Martín; la directora general de Juventud y candidata del PSOE por la capital cántabra, Eugenia Gómez de Diego; o la responsable de Movimientos Sociales, Cooperación y ONGs del PSOE, María Jesús Calva.